di Margherita Ferro, 3AC
A lo largo de los siglos hemos visto cómo el arte nos ha permitido expresarnos al máximo.
Una de las formas de arte más importantes que nos permite hacerlo, es sin duda la danza, un arte que se expresa a través del movimiento y por lo tanto a través de una sucesión de pasos acompañados de música.
La danza tiene orígenes muy antiguas, de hecho siempre ha sido parte integral de los rituales, oraciones y momentos sagrados, la encontramos desde siempre en las fiestas populares y obviamente en todos los teatros.
Este arte sin interrupción ha acompañado a las civilizaciones más antiguas de todo el mundo, desde las civilizaciones india y china hasta las griegas y romanas.
En el transcurso de su evolución la danza ha sufrido transformaciones radicales y se han ido formando cada vez más géneros distintos, los principales son: clásica, moderna, contemporánea, deportiva, jazz y break dance.
Estos géneros luego se dividen en otras múltiples ramas, y cada estilo es único y tiene matices que lo diferencian de los demás.
La danza, para quienes la practican, no es solo un deporte, al contrario se convierte en un momento en el que liberas tu mente y te expresas lo mejor que puedas sin ataduras ni miedos.
A veces la danza me require mucho tiempo también para mantenerme siempre entrenada y algunas veces es difícil conciliarla con la escuela, pero, especialmente ahora que los gimnasios están cerrados y no puedo danzar regularmente como lo hacía, he entendido cuánto me gusta esforzarme un poco más solo para bailar y entrenarme.
Y a vosotros, bailarines, ¿cuánto os extraña bailar como una vez?.
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